No puedo evitar pensarte,
y no me pidas explicaciones
porque no las tengo.
¿Por qué nos gustará tanto el dolor?
Cada día más y más
me consume la imagen de tu recuerdo.
Me presiono para dejarlo ir,
Me esfuerzo en entender,
pero no entiendo.
Quizá sea este frío febrero,
quizá sean mis sábanas color vino
y no me pidas explicaciones
porque no las tengo.
¿Por qué nos gustará tanto el dolor?
Cada día más y más
me consume la imagen de tu recuerdo.
Me presiono para dejarlo ir,
Me esfuerzo en entender,
pero no entiendo.
Quizá sea este frío febrero,
quizá sean mis sábanas color vino
que me recuerdan mi mejor borrachera,
contigo.
La vida sin ti es una oscura rutina.
¿Cómo iba yo a saberlo?
Me rompe sabernos llorando
sin poder regalarnos un abrazo.
Pero ya hemos pasado por esto,
y nos hemos dedicado a construir muros.
¿Cómo se supone que debería sentirme sin ti?
Dime que está bien sentir.
Nadie debería tener que caminar solo.
¿Cómo corregir un cúmulo de errores en el tiempo,
cometidos por creer estar haciendo lo que debes?
Nunca me dijiste que el precio del olvido,
y de toda aquella esperanza malgastada,
sería convertirnos en desconocidos.
Samuel Álvarez Conejos