Ven, ven y dame un abrazo,
uno salvaje y eterno,
quizá así, en este invierno,
trae del verano un retazo.
Un abrazo quizá baste
para acallar la conciencia,
superar la inexperiencia
y subsistir al desgaste.
Ven, ven a mi encuentro
y sólo abrázame mucho,
da igual si me despelucho
si me solventa por dentro.
Un abrazo es suficiente
si el alma va adjunta al mismo;
brotará agua del abismo
si este abrazo es una fuente.
Samuel Álvarez Conejos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Avante, no te quedes expectante o indeciso,
que lo que no escribas hoy se quedará en el olvido...
Gracias por ser parte de este blog.