Hoy me acordé de ti,
como cada día que
pasa,
y no me pidas que te
olvide
si ya lo intento,
pero nada...
Más son las ganas de
olvidarte,
de borrarte de mi
mente,
hasta de odiarte si
es preciso
para nunca más
quererte,
porque dejaste mi
pobre corazón
en el suelo en mil
pedazos,
porque más allá de la
ilusión
mi pasión por ti me
ha traicionado.
Y fue sin querer, al
pasar el tiempo,
que me di cuenta que
te amaba,
no quiero creerlo, no
puedo entenderlo,
si el día que no te
veo siento un vacío adentro.
Y fue mi gran
decepción el ver
cómo tu mirada se
giraba,
cómo me dejabas a un
lado
y seguías mirando,
como si nada...
Me duele, me duele en
el alma
que haya llegado a
tenerte
y que ahora lo que me
das es nada.
Samuel Álvarez Conejos
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que lo que no escribas hoy se quedará en el olvido...
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