Hay sequía
en mis labios
y en mis letras,
en el mundo
y en sus guerras
tan lejanas,
tan ajenas
a mi acera.
Hay sequía
en mis nubes,
mi almohada,
sus caprichos,
mi esperanza...
En mis versos
no hay palabras,
pan, ni agua.
Melodía
son tus ojos,
tus mejillas,
tu tez rosa,
tersa, fría...
En tu cuerpo
muere viva
mi sequía.
Samuel Álvarez Conejos
Me has hecho volver a mis recuerdos de cuando escribía poesía..sigue así,que vas por muy buen camino!
ResponderEliminarNunca es tarde para retomar una buena costumbre...
EliminarSaludos.