Claro que pienso en ti, y por supuesto que me importas;
que cambiaría algunos procesos,
que evitaría algunos caminos y algunas decisiones,
esas que se toman por estar entre la espada y la pared,
con la mente fría y el corazón temblando.
¿Puedes sentir la presión? Apenas puedo soportarla.
Haber llegado hasta aquí y seguir estando solos,
tan abandonados como nos encontramos
y con la misma putrefacción interna.
¿Crees que no sé llorar? Pero prefiero mostrarte mi sonrisa.
Claro que volvería a comenzar,
y por supuesto que querría volver,
volver para sentir lo que se siente esa primera vez.
Contigo.
Samuel Álvarez Conejos