Podría hoy componerte
de manera muy sutil
un verso color añil,
igual que esta noche inerte.
Podría, quizá, perderme
en tus sábanas, su olor,
mientras beben mi sudor
y tú me dejas inerme.
Y podría emocionarme
al creer oír tu voz;
cuenta darme de lo atroz
que es el amor al buscarme.
Decir que si no me lees
no hay sentido al escribir,
ni en soñarte si al dormir
en mi abrazo no amaneces.
Podría estrechar tu lazo
y llenarme de ojalás,
imaginar que, quizás,
quedo dormido en tu abrazo.
Tal vez, mientras, por tu calle
lleguen versos de un autor,
algún augurio de amor,
quizá yo con algún detalle.
Quizá así des por sabido
que ser becuadro es tu rol
para mi día bemol
y mi día sostenido.
Samuel Álvarez Conejos