Me olvidé que en el
amor
unos ganan y otros
pierden,
y yo no sé que cartas
jugar,
no quiero perderte
para siempre.
No hay victoria sin
riesgo,
ni hay derrotas o
dolor,
no puedo luchar con
lo que siento
pero lo que tengo lo
doy.
Pues decidí creer a
mi corazón
y, con el tuyo, puedo
decir
que jamás me he
sentido mejor,
que sin ti no sería
feliz.
Yo solo necesito tu
amor,
que me muestres lo
que sientes;
yo no puedo luchar
por los dos
y solo mi amor me
mantiene.
Y si logramos salir
de esta utopía
en la cual muchos no
creen,
se acabarán las
noches frías
para que nuestros
corazones sueñen.
Y volaremos al abrigo
de nuestro hogar
donde no habrá lugar
para el dolor,
y la confianza, unida
a nuestra fidelidad,
hará que sea eterno
nuestro amor.
Samuel Álvarez Conejos