Mi alma está en
reposo, puedo confiar en mi Señor;
aún en la espesa
niebla de la noche,
cuando mi alrededor
se escapa a mi visión,
confiaré en sus
eternas palabras
porque sé que en sus
manos estoy.
Evitaré los caminos
fangosos
que quieran retrasar
mi porvenir,
y con su ayuda
atravesaré la estrechura
del camino que sé he
de seguir.
En su mente reside mi
futuro;
en sus manos mi
presente está;
la luz que emana de
su brillante mirada
disipa del pasado
cualquier oscuridad...
Confío en Dios, mi
guía,
mi fe en él
permanecerá,
por aguas tranquilas
me llevará,
mi alma puede descansar
mi alma puede descansar
Samuel Álvarez Conejos