Hoy mi mente empezó a
sospechar
que mi corazón trama
algo a escondidas,
y es que, aunque lo
quiera disimular,
al escuchar tu nombre
se aviva.
Y cuando mira a la
luna se imagina
que a miles de
kilómetros también la miras tú
y que se pueden ver
nuestras miradas
en el reflejo de su
luz.
Y cuando mira a las
estrellas le cuentan
que aún en la
distancia cuidas de mí,
que todas ellas se
pusieron contentas
porque a la vez nos vieron
sonreír... a ti, a mí y al mar
y a las canciones que
cantan las mañanas,
despiertan pensando
en nuestro amor
y recuerdan cómo es
hasta la madrugada:
Tan peculiar y lejano
como el de la luna y el sol,
tan extravagante como
una dulce ilusión,
tan bello y constante
como las olas del mar,
tan esperanzador como
volver a despertar.
Pues dejaría antes el
tiempo de ser
que mi corazón quedara al descubierto;
lo encontraría tu voz
al anochecer,
lo cubrirían tus besos cuando despierto.
lo cubrirían tus besos cuando despierto.
Samuel Álvarez Conejos