Te equivocas si crees
que olvidaré
todo aquel tiempo
juntos y lo que viene,
lanzando mi destino a
la suerte
o al azar de un “me
quiere, no me quiere...”
Te equivocas si crees
que dejaré
en algún lugar
escondido tus recuerdos,
el aroma de aquel
perfume en tu piel
o tu inspiración para
todos mis versos.
Te equivocas si
llegas a creer
que seguiré mi camino
sin amarte,
sin pensar cada
momento en ser dueño
de tus caricias y tus
besos; ser tu amante.
Te equivocas si
piensas que, tal vez,
dejaré de acudir a
nuestro rincón secreto,
donde cada mañana
veíamos amanecer
y despertábamos
juntos en ardientes besos.
Déjame decirte que te
equivocas, mujer,
si decides nunca más
volver a hablarme,
porque mi amor nació
sólo para ti
y yo nací... solamente
para amarte.
Samuel Álvarez Conejos