No hay palabras que
conozca
para describir tanta
belleza;
tu mirada
interesante
-tan intrigante como tus labios-
ha hechizado mi
corazón
y mis ojos no ven
nada.
Mientras tú estés delante
mi rumbo está
perdido,
mi orientación solo
se basa
en tu cruce en mi
camino.
Mis ojos no soportan
no verte
y mi corazón te busca
desesperado,
y si el destino rehusa la opción de tenerte
y este encuentro no
fue causado,
descartaré este amor -que recordaré siempre-
y seguiré mi camino, en el que te has cruzado.
Samuel Álvarez Conejos